Reprime el ayuntamiento a comerciantes pobres

Pasan sus hijos la Noche en Vela

Cristina López

El Mundo de Orizaba

No sólo los comerciantes del mercado Zapata han pasado el fin de semana en vela, sino también sus hijos. Sus vidas están unidas a este zoco y junto a sus padres han vivido todos los disturbios que últimamente se han generado.
El cansancio ya pesa sobre los vendedores, en sus ojos se muestra la lucha que están librando, pero “si en octubre estuvimos un mes sin dormir, todavía podemos aguantar”, comentaba María de los Ángeles Medina.
Pierdan o ganen no se irán a Cerritos, eso lo tienen muy claro, donde dicen los líderes se llevaron con engaños a los comerciantes “y ahora están decepcionados porque no venden”, asegura José Soriano.
A los niños no tienen con quién dejarlos mientras ellos están haciendo guardia, por eso también pasan la noche allí como pueden: durmiendo en los carros, en los brazos de sus madres, mientras éstas dormitan en sillas de madera.
Con tan sólo 11 meses Diego Uriel ya vivió el anterior intento de desalojo el pasado 23 de octubre y ahora ha permanecido desde este viernes junto a sus padres, Apolinar Ginés y Angélica Méndez, en el mercado.
Como él otros tantos niños han pasado el fin de semana en el zoco, como las hijas de Norberto Torres, de ocho y un año. También la vida de Norberto, de 30 años ha estado siempre ligada al mercado: su madre ahí trabaja desde antes de nacer él, en el Zapata se crió, le dieron la secundaria y ahora labora en el zoco.
Al frente de la marcha que celebraron el sábado hacia el Palacio también estuvieron los hijos del Zapata. Jocelyn, de nueve años, marchó y estuvo encerrada en el Palacio junto a su madre y sus hermanas, el viernes estuvo presente en el altercado del teatro Ignacio de la Llave y, sin embargo, dice que no pasó miedo.